El miedo y las expectativas
“Nadie le abre la puerta pero entra igual,
el miedo se instala en nuestra vida y nos tiñe los ojos de desconfianza.
Hay muchos miedos, pero quizás todos los
miedos se funden en uno, el más grande, el temor a no ser aceptado/querido”
-Rebelde Way
Freud planteaba tres fuentes de
sufrimiento:
1. El
propio cuerpo.
2. Desde
el mundo exterior.
3. Desde
los vínculos con otros seres humanos.
Según Freud, la angustia es como una
“señal” que se produce en el “yo” para alertar sobre la proximidad de una
situación peligrosa.
Entonces… ¿la angustia viene antes que el
miedo? Yo creo que sí.
Afirmo que todos los adolescentes en algún
momento han sufrido lo planteado por Freud. Los dos primeros puntos planteados
se engloban en el tercer punto 《desde los vínculos con otros seres humanos》 que
trae consigo el mayor de los temores, el de no ser aceptado.
“¿Por
qué hago ciertas cosas? Porque las hacen los demás.
Yo
no quiero ser distinto, ser yo mismo implica riesgos.
¿Tendré la valentía de correrlos?”
Para Arminda
Amberastury, una fallecida psicoanalista argentina, la adolescencia es un
momento crucial para la vida del hombre como ser individual. Marcado por el
medio cultural, social e histórico.
Un
período de contradicciones, confuso, cambiante y doloroso caracterizado y
sellado por el medio familiar y social. Estas dos fricciones se ven
revolucionadas por la aparición del adolescente, creándose conflictos
generacionales que no siempre son bien resueltos.
Conflicto
Eso es lo
que sucede cuando choca el adolescente influenciado por la sociedad moderna y
el adulto que no está completamente a gusto con esta nueva sociedad.
“Nuestros padres creen que todo lo que hacen lo hacen por nosotros, pero en realidad lo hacen por ellos mismos ya que consideran a los hijos como sus prolongaciones. Quieren que tenga sus actitudes y su manera de ver el mundo, a veces es doloroso comprobar que somos otros quizás muy distintos a los que ellos esperaban”.
-Rebelde Way
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