Lacan y la adolescencia

Lacan define  adolescencia, como un “despertar”, una irrupción del deseo sexual, donde los jóvenes se preguntan sobre qué es hacer el amor, asunto que lleva al sujeto a encontrarse con un “real” acerca de que no hay saber sobre el sexo, y que “no pensarían en ello sin el despertar de sus sueños”.  Esto implica que la adolescencia hay que pensarla no como un efecto del organismo, aunque también se implique, sino como un acontecimiento a nivel del saber por las particularidades de las vivencias con el Otro y el deseo sexual (el sujeto desea ser deseado por otro).  En este sentido la adolescencia se determina no por la presencia de este saber, sino, al contrario, por su radical ausencia, la presencia de la ausencia del saber sobre el ejercicio de lo sexual, a lo cual vienen a responder los sueños (o fantasías idealizadas) de los que habla Lacan como una manera de solución a este real.

La adolescencia, es un acontecimiento del cuerpo que marca un momento crucial en ese tiempo lógico en que un niño despierta del sueño de la infancia.  Esto implica que lo adolescente no puede ser visto desde una cronología a la manera de la psicología del desarrollo, hay que leerlo como una suma de acontecimientos y movilizaciones de orden psíquico que son contingentes, y por tanto, no son necesarios ni dependientes del organismo. El hacer una lectura de este momento como no necesario determina que la adolescencia no corresponde al periodo de los 12 a los 18 años, sino que bien podría no darse en algunos sujetos, podría darse en otro momento o incluso anticiparse.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Blog

Libertad